
“Hay que tomar al béisbol argentino como la vía de desarrollo profesional y el mercado que es”
Marcelo Alfonsín es uno de los únicos dos argentinos que participan en el sistema de béisbol profesional en Estados Unidos, como coach de Milwaukee Brewers.
El entrenador comenzó a practicar el deporte a sus nueve años en Vélez Sarsfield y nunca más paró, llegando a dirigir en República Dominicana y dos estados distintos de E.E.U.U.
Alfonsín pasó por el micrófono de Marca en Zona para analizar y contar su perspectiva del marketing y desarrollo del béisbol en Argentina, visto desde adentro.
- ¿Qué significa para el béisbol argentino tener un coach en Estados Unidos?
-Creo que está bueno tener gente que está dentro de lo que es el sistema profesional, porque cada tanto cuando volvemos a Argentina podemos llevar toda la información de cómo se trabaja con los jugadores, cómo se desarrolla el jugador o tecnología nueva que se utiliza acá para desarrollar el talento. Desde ese punto de vista está bueno. Ahora, ¿qué significa para el béisbol argentino en general? Prácticamente nada. Los argentinos no somos muy conocidos en este deporte, somos uno más, un coach cualquiera. Pero suma tener dos personas que ven el monstruo por dentro y poder ayudar a establecer un poco más el deporte en el país.
-¿Tenés o tuviste el apoyo de alguna marca en tu carrera?
No, yo trabajo con muchos jugadores que sí, que a la edad de los 18 o 20 años ya tienen agentes, contratos con marcas de béisbol como Mizuno, Rawlings, o contratos con zapatillas como New Balance o Skechers. Entonces uno convive mucho con el sponsoreo del jugador, pero los coaches en general, a menos que estés en un nivel muy alto no hay tanto.
-¿Estos patrocinios de qué tipo son?
Hay de todo. Un jugador de 18 o 20 años acá en Estados Unidos no va a debutar en Major League Baseball (MLB) hasta los 23 o 25. Entonces la mayoría de los jugadores pasa como 5 años por el sistema de ligas menores, que serían las inferiores. En esos 5 años, muchas veces esos jugadores llevan sponsoreo que puede ser de cualquier estilo, por ejemplo marcas de bates (les regalan bates porque los jugadores los rompen todo el tiempo), entonces el patrocinio es nada más brindarles el implemento que usan todos los días.
Hay marcas grandes como Adidas, Nike o New Balance que van detrás de estos chicos, porque si consiguen una relación temprana con ellos, la apuesta es que cuando lleguen a las grandes ligas sean su cara, con esa relación formada desde antes.
También están las figuritas de béisbol, que acá son un ítem muy coleccionable. Por ejemplo, si vos tenés la figurita del jugador de cuando debutó a los 18 años en ligas menores, cuando llegue a grandes ligas vale 100 veces más, ya hay todo un mercado. Nosotros cuando llegamos a cualquier pueblo o ciudad a jugar, nos bajamos del bondi y siempre hay gente queriendo que le firmen la figurita, gente que se dedica a eso.
-¿Qué es lo que más caracteriza al béisbol a nivel marketing?
-Creo que hace un buen trabajo de estar presente en todas las cadenas de televisión de Estados Unidos. Es un deporte en el que cada equipo juega 162 partidos al año, entonces cada vez que prendes la tele hay un partido. Por ejemplo el equipo de acá en Wisconsin son los Brewers, y entonces en cada bar o restaurante siempre va a haber una tele poniendo el juego de Milwaukee, y es lo mismo para cada ciudad. Entonces el béisbol hace un buen trabajo de usar el marketing para elevar al equipo local siempre y ponerlo a la par de los equipos locales de otros deportes como la NBA.
Después se encarga mucho de realzar el aspecto histórico de cada equipo, por ejemplo en Argentina yo soy fanático de Racing, y si vos vas a la cancha te podés comprar la camiseta pero no está explotado a full el potencial del equipo, su imagen, jugadores e historia. Acá vos vas a un estadio y te podés comprar la camiseta del tipo que está jugando ahora, como del tipo que jugó hace 100 años, la que usaban en 1930, la del campeonato de 1972, y hay stock de todo siempre. Entonces explotan muchísimo la historia y las figuras del equipo en ese sentido.
-¿Qué clubes son los mayores impulsores del béisbol en Argentina?
Creo que Vélez es un club que siempre empuja al deporte, tiene muchos jugadores, todas las categorías, y siempre está adelante en lo que es el desarrollo con nuevas tecnologías y formas de desarrollar jugadores. Es un club que exporta talento a Europa, a las universidades de Estados Unidos.
El club DAOM, de Bajo Flores, tiene mucha historia en el béisbol y también provee jugadores a la selección, es un club que compite siempre. Y después a nivel nacional, el club Popeye, que queda en Salta, tiene mucha historia también, siempre compite en todos los torneos nacionales, provee a muchos jugadores a la selección nacional, tiene buena infraestructura, un buen estadio, y organiza un torneo nacional de mayores al que van casi todos los clubes de Argentina.
-¿Ves posible una popularización de la MLB en el país como pasó con la NBA o la NFL?
-La MLB está invirtiendo mucho en Brasil hace años, creo que a ellos no se les escapa el hecho de que sigue siendo un mercado. La idea de la Liga a fin de cuentas es que el béisbol sea un fenómeno mundial como es el fútbol. Difícil que se logre, pero creo que la MLB le envidia a la FIFA el Mundial. Lo que hace falta es un poco de inversión, pero para que haya inversión también tenemos que tener un programa de desarrollo un poco más serio. Lo que tienen en Brasil es muy bueno, primero captan más jugadores, cuanto más grande sea la base más talentos vas a encontrar. Segundo, identifican temprano los talentos, los tipos grandes, los tipos fuertes, los que tienen las características. Y tercero, tienen un plan de desarrollo y los llevan por la vía profesional. En el béisbol ya a los 16 años tenés que tener un contrato firmado, no hay tiempo para esperar el desarrollo tardío. Creo que en ese sentido Brasil lo hace bien, es un modelo similar al que tiene Argentina en básquet, y por eso es que Argentina tiene representantes en la NBA y un seleccionado muy fuerte, pero es porque hay un crecimiento de la base de jugadores, detección temprana de talentos y un plan de desarrollo integral.
-¿Creés que la inmigración venezolana puede ayudar al crecimiento del deporte en Argentina?
Sí, ha ayudado muchísimo al béisbol nacional. Está el jugador venezolano que juega de chiquito y cuando llega a Argentina quiere volver a jugar para sentirse de vuelta en casa. Tenés también chicos que son la primera generación de venezolanos nacidos en el país, que comienzan a jugar: los padres lo primero que hacen es buscar un lugar donde puedan jugar béisbol. Todo eso reforzó muchísimo el nivel y la competitividad de la liga. Traen una manera de juego muy picante, a la que no estamos acostumbrados, el béisbol en Centroamérica se vive como nosotros vivimos el fútbol. Ayudó mucho pero no termina de ser el único factor que falta, porque llega un punto donde el jugador venezolano se va aclimatando al nivel del béisbol argentino.
-¿Cómo se puede desarrollar mejor el béisbol en el país?
Lo mejor sería que se lo tome como una vía de desarrollo profesional como el mercado que es. Te doy un ejemplo: Los 30 equipos de grandes ligas de Estados Unidos tienen presencia en República Dominicana. Tienen una academia en el país donde tienen 12 entrenadores, gimnasio, nutricionista, dormitorios, comedor. Como la peña de cualquier club, pero 10.000 veces mejor y con más inversión. Esa gente va a Dominicana a buscar jugadores, y les firman contratos que van de los 10 mil dólares hasta los 4 millones. Firman el contrato a los 16 años, juegan 2 años más en su país y después los traen para Estados Unidos, que probablemente muchos de ellos vayan a llegar a grandes ligas.
Al final del día es un mercado en el que Argentina no está participando. Si mañana vinieran y ofrecieran el contrato más chico de 10.000 dólares, cualquier pibe lo agarra. El tema es que nos falta el nivel para llegar a igualar cómo juega un jugador dominicano con ese contrato.
Creo que lo que falta es, a nivel dirigencial, un plan integral de agrandar la base de jugadores, detección temprana de talentos y una vez que encontrás ese talento, ponerlo a desarrollarse con gente capacitada que pueda hacer que ese chico a los 16 años firme un contrato. Si hacés eso y lográs que 3 o 4 chicos empiecen a participar en el sistema de ligas menores, después viene el órgano de la MLB, que puede hacer lo mismo que se hizo en Brasil decir “ojo, acá salen jugadores, este puede ser un mercado”. Entonces hay que invertir en el desarrollo de jugadores y después en hacer crecer el marketing del deporte.